Tintas para Caligrafía

La variedad de tintas es tan inagotable como la multiplicidad de herramientas.

Las tintas, y con ellas los pigmentos, son parte esencial del trabajo caligráfico, constituyen el vehículo de la escritura, y por lo tanto merecen el mismo estudio y experimentación que las propias herramientas.

El trabajo es el resultado del maridaje perfecto de herramienta + medio + soporte. Dentro de los productos comerciales podemos conseguir acuarelas (en pan, pastillas o tubos), tintas estilográficas (como las de marca Pelikan o Parker), tinta verdaderamente china o japonesa (pueden conseguirse en su versión líquida o sólida en barra), acrílicos, tinta de nuez (walnut ink); o bien pueden adquirirse directamente los pigmentos de los colores en polvo. En éste último caso, estos pigmentos puros van a necesitar de una sustancia aglutinante, como por ejemplo: agua destilada, goma arábiga, o huevo.

Tintas hay de muchos tipos, colores, variedades y consistencias.

La utilización de tintas es milenaria, ya en el antiguo Egipto concebían su utilización, lo mismo en China, y más atrás en el tiempo, las pinturas rupestres.

Existen tratados donde se conservan las recetas de las tintas que utilizaban los escribas en el medioevo, todas de origen natural o animal. Hoy en día los colores provienen en su mayoría de anilinas pero las recetas no pierden su magia. En los sitios de internet ya mencionados pueden encontrarse algunas recetas para iniciar en el camino de la experimentación; entre las más utilizadas podemos mencionar la “nogalina”, un tinte para maderas que diluido a punto de ebullición da un líquido ideal como resultado.

Todo medio líquido es digno de ser investigado, intervenido y utilizado, desde café o tisanas hasta jugo de remolacha, lavandina, o cualquier pintura, en general, sin importar cual haya sido el fin con que originalmente fue creada.

Es necesario ir probando diferentes grados de dilución de la tinta que estamos preparando para saber como se comporta la herramienta, y así encontrar la combinación justa de ingredientes para la textura que esperábamos conseguir. “Si la tinta no fluye bien, los trazos serán dudosos e irregulares”