lunes, 15 de septiembre de 2014

INTERLETRADO - Estudio de los Blancos (Parte 2)

El contacto con el manejo del espacio requiere mucha experiencia, una ley que fundamente y un alto grado de observación.

Debemos partir desde las formas básicas: regulares, triangulares y circulares.

Lo mismo ocurre si observamos las letras mayúsculas y las medimos con precisión.
Ejemplo: Siendo todas cuerpo 72, es decir 72 puntos de altura, su medida en mitímetros no es igual a su condición de peso visual.

A su vez, el interletrado también depende de la familia o estilo utilizado y de la amplitud o ancho y valor o intensidad de la
tipografía.

Existe, sin embargo, una ley para la armonía de blancos entre signos. Dicha ley es una aproximación a como se deben resolver los blancos, está basada en relaciones matemáticas, pero el trabajo debe realizarse desde lo óptico especificamente. Si tomamos como base el ancho del bastón de una letra, los signos regulares se deben espaciar entre sí en esa medida base, los circulares y triangulares se espacian entre sí un cuarto de la medida base, y ambos con los regulares se distancian en la mitad de la medida base.

Las tipografías se presentan en una variedad de estilos (romanas, góticas, etc.), pesos (light, normal, bold), proporciones (condensada, normal, expandida) e inclinaciones (normal e itálica) y cada una de ellas tiene sus propios requisitos de espaciado.

Las tipografías romanas clásicas, con sus serifs de curvas suaves y pesos de trazos finos y gruesos, funciona bien cuando se las compone apretadas pero sin que se toquen, excepto en aquellos casos donde los serif están unidos por ajustes de espaciado. Las combinaciones que se tocan no deberían incluir dos letras de trazo vertical, ya que al acercar los trazos verticales pueden
aparecer falsas contraformas que dificulten la legibilidad.

Las tipografías con serif cuadrado (bloque serif) deben ser manejadas con el mismo criterio; verticales, góticas o sans serif, despojadas de las propiedades del serif, no deberían tocarse nunca ya que la combinación de sus bastones producen formas de lectura compleja. Las tipografías de peso liviano y contraformas anchas son más difíciles de reconocer para el ojo y por ello requieren un mayor espaciado para separar los caracteres con el fin de lograr una cómoda identificación. Las tipografías con contraformas estrechas y trrazos más pesados requieren un menor espaciado. Las normas para el espaciado de tipografías itálicas son esencialmente las mismas que se aplican para las letras romanas. La estructura de los trazos que ascienden y descienden en algunos estilos itálicos pueden, sin embargo, establecer una distancia óptima de interletrado. Este también es el caso de las
tipografías derivadas de la escritura manuscrita donde las ligaduras de unión determinan el ritmo del espaciado.

La distancia entre letras debe ser evaluada cada vez que conformemos la palabra, sin que existan reglas fijas o constantes cuyo resultado se verificará en una secuencia de lectura sin interrupciones a lo largo de la palabra. Las letras necesitan estar separadas para ser ditinguidas unas de otras, pero no mucho, para que se separen como signos individuales y sin relación. Cuanto más angosto es el tipo, necesita más espacio a sus lados. Ej: i.
El interletrado para los cuerpos corrientes de lectura (cuerpo 12 o menos) está determinado en su mayor parte mecánicamente, por los programas de ajuste establecidos por los fabricantes de los equipos o por el tipógrafo. Si en un programa de fuentes el ajuste resulta insuficiente, las variaciones que surjan en el espaciado perjudicarán la percepción del color tipográfico. A veces hay huecos desagradables que ocurren entre y alrededor de combinaciones particulares de letras. Las combinaciones conflictivas entre signos surgen al vincularse contraformas que generan mayor o menor aire de lo establecido.

Dichas relaciones deben tratarse especialmente, y el armado de la palabra, estará basado en función de esos blancos. Cobra vital importancia en el manejo de letras para conformar logotipos, los cuales tendrán otro "peso visual" para el observador, de lo que posee una palabra en un texto de lectura normal.

Los espacios entre letras y signos de puntuación también deben ser controlados ópticamente. Los signos de poco peso, como los puntos y las comas, deben ser separadas con un espacio adicional entre el signo y la letra posterior. Para las puntuaciones de mayor peso, como el signo de interrogación o el de exclamación, habría que aplicar entre el signo y la letra que lo antecede, un espacio adicional correspondiente a la mitad del blanco normal entre palabras seguido por un espacio equivalente al blanco entre palabras. Los guiones no necesitan un espaciado adicional sin embargo, puede que requieran ajustes de centrado, tanto vertical como horizontalmente.
Al mirar la relación entre dos caracteres de una palabra se puede observar el error de interletrado. El método de correción de estos errores es denominado kerning. Uno simplemente quita o agrega el espacio donde se encuentra el error. Un cierto número de estas combinaciones con errores es ajustado por el diseñador tipográfico; son conocidas como "kerning pairs" y están incluídas en los programas de fuentes.
El tracking controla el espacio entre letras globalmente; esto significa que igual cantidad de espacio puede ser agregado entre cada letra en el texto.

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